sábado, 4 de abril de 2009

La izquierda italiana resucita....


La Italia antiberlusconiana, la que considera al primer ministro incapaz de administrar el país, que le reprocha sus medidas sobre educación e inmigración y que ve repuntar el fascismo y las mafias, hizo ayer su primera gran demostración de fuerza seis meses después de la vuelta al poder de Silvio Berlusconi. Con tambores, silbatos y música de los Beatles y al grito de "Queremos otro país", cientos de miles de personas marcharon por las calles de Roma y dieron oxígeno a la oposición progresista, de capa caída desde la debacle electoral de la primavera.Bajo el lema Salvemos a Italia, la protesta se concentró en el Circo Máximo, a pocos metros de la célebre plaza de Venecia, donde dos grupos de manifestantes venidos de todas partes de Italia y de Europa --entre otros, inmigrantes italianos en Alemania-- confluyeron a las cinco de la tarde tras haber partido tres horas antes de la plaza de la República y de la plaza de los Partisanos.Berlusconi: tu fiesta ha muerto, se leía en una de las pancartas que ornaban el palco desde el que además de Walter Veltroni, líder del Partido Democrático (PD) --que convocó la marcha--, hablaron un policía, una mileurista, un estudiante, una cooperante voluntaria y un inmigrante, así como el guionista de cine Vincenzo Cerami y el exprefecto de policía Achille Serra."Italia es mejor que los políticos que la gobiernan. Señor primer ministro: ¡Italia es un país antifascista!", dijo un entusiasta Veltroni. El líder progresista acusó a Berlusconi de gobernar "solo para los poderosos", pidió la retirada de la reforma educativa y citó a Obama y a Roosevelt ante una platea repleta de pancartas y camisetas con eslóganes como Vine aquí a defender la democracia.EL ESTUDIANTE Y LA MILEURISTA"Nos manifestamos juntos contra un Gobierno que está destruyendo la escuela pública y las universidades", dijo Luigi Esposito, universitario de Roma. "Estamos hartos. La crisis económica está provocando muchos despidos y Berlusconi salva a los bancos. ¿Quién nos salva a nosotros?", afirmó Cristina Calassi, de 42 años, operaria del sector textil con un sueldo de 1.000 euros al mes.Para Veltroni, la marcha fue "la prueba de que la democracia está viva". Pero más bien fue la propia oposición la que obtuvo la fe de vida que necesitaba. La capacidad de movilización demostrada permite levantar cabeza a los progresistas, sumidos en la depresión tras el batacazo electoral de abril, que les hizo ceder el Gobierno, y la posterior pérdida de la alcaldía de Roma.Veltroni, acusado en estos meses de no plantar cara con el vigor suficiente a las políticas del Gobierno de centroderecha, puede haber dado con la tecla para recuperar fuelle en las encuestas y conjurar el peligro de fractura con su único aliado, la Italia de los Valores (IDV) del exmagistrado Antonio di Pietro. Así lo evidenció el mismo Di Pietro, presente en la manifestación: "Berlusconi, la oposición ha vuelto".A todo ello, el interesado --con el 62% de popularidad según los sondeos-- no dio señal alguna de inquietud. "Es un espectáculo. Ahora que debemos estar unidos, toman las calles. Envidio los socialdemócratas de otros países", dijo Berlusconi.


Irene Savio/ Roma,Italia.

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