Mostrando entradas con la etiqueta Nacional. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Nacional. Mostrar todas las entradas

miércoles, 22 de abril de 2009

Carta Abierta ESPAÑA.


Espacio de reflexión sobre la realidad argentina


DOS MODELOS DE PAÍS EN PUGNA

La realidad social de Latinoamérica nos muestra un gran número de países hermanos inmersos en una lucha democrática que termine con la injusticia y la explotación de nuestros pueblos. Recientemente El Salvador se ha sumado a transitar, después de 20 años de gobiernos de la derecha proimperialista, por el camino de los intereses populares. En casi todos ellos la vieja oligarquía aliada al capital financiero internacional y a las multinacionales se esfuerzan por recuperar los privilegios perdidos y amenazados, sometiendo a los gobiernos legítimamente elegidos a todo tipo de políticas de desgaste.
Así en nuestro país, en el que desde el año 2003 se está desarrollando un definido proyecto nacional y popular, la lucha por un modelo redistributivo con justicia social, encuentra resistencia desde los sectores tradicionalmente privilegiados.
En el último meses se han sincerados posiciones de algunos políticos que nos muestran que al igual que en otros países latinoamericanos dos modelos de sociedad están en juego. .

Uno: EL MODELO NACIONAL Y POPULAR,


El del mantenimiento , avance y profundización del proyecto nacional y popular retomado en mayo del 2003, recuperando el rol del Estado como regulador y reparador de las profundas desigualdades sociales, con políticas de inclusión, reabriendo el acceso a la educación, a la salud la vivienda y al trabajo, generando crecimiento económico con reactivación de la producción especialmente industrial, redefiniendo mercados y relaciones internacionales, defendiendo a la mayoría de la sociedad de los efectos de la crisis internacional con medidas “heterodoxas” de signo contrario a las clásicas de los fundamentalistas neoliberales y neocon, fortaleciendo la democracia , poniendo la defensa de los derechos humanos como componente esencial de este proyecto y jugando un papel destacado en el Mercosur y en el conjunto de las instituciones y de las relaciones con pueblos y gobiernos de Latinoamérica, en el camino difícil, no lineal y necesario, hacia la emancipación de la Patria Grande Latinoamericana.

Otro: EL MODELO OLIGARQUICO ANTINACIONAL Y ANTIPOPULAR

( LA RESTAURACIÓN CONSERVADORA )


Modelo de la recuperación de las políticas que sumieron al país en la crisis mas profunda de su historia, mediante la deslegitimación , el boicot sistemático, el desgaste potenciados por la acción manipuladora de los grandes medios de comunicación masivos. Desde allí, encabezados por la Sociedad Rural , los mismos que no dudaron en apelar a la ruptura de la democracia cuando sus intereses y los de sus mandantes peligraban, perseveran en su papel convergente para la Restauración neoliberal y neocon, del capitalismo salvaje al servicio del crecimiento exponencial de los beneficios de una ínfima minoría y la degradación y miseria para la mayoría, y del endeudamiento de la Nación como hasta hace pocos años
Este sector se prepara para concentrar todo el esfuerzo en las próximas elecciones legislativas, que consideran justamente cruciales para definir el escenario político
Desde hace pocos meses, a partir del enfrentamiento en torno al proyecto de ley de retenciones a las exportaciones agrarias, la derecha esta en una permanente operatoria mediática buscando hacer aparecer sus intereses de sector como los intereses de toda la ciudadanía. No quieren aceptar una redistribución mas justa del ingreso, ni ver cuestionados sus inmensos beneficios.
Pero la oligarquía agroexportadora mentor de esta posición con la Sociedad Rural a la cabeza, tiene un grave problema. Tradicionalmente apelaba a las fuerzas armadas para recuperar su posición dominante en el poder económico estatal. Hoy vedada esa posibilidad deben apelar a los políticos que les bailan alrededor como comparsa mendicante. Pero los dueños de la renta agraria no confían en ellos, su condición corrupta, la falta de representatividad de quienes se ofrecen para representarlos, hace que se vean obligados, los mismos directivos de las asociaciones patronales rurales a optar presentarse al Congreso cobijados en la listas de la derecha.
Representante de las Confederaciones Rurales Argentinas, de la Federación Agraria , de Carbap, de la Sociedad Rural Argentina y de otras sociedades rurales locales, estudian una penetración parlamentaria, ingresando al Congreso y a las legislaturas de la forma menos notoria posible disgregados en el PRO, entre Solá y de Narvaez, entre el ARI y la UCR , para luego conformar grupos parlamentarios propios.
Estamos frente a quienes defienden un modelo de una Argentina para pocos, que cuenta con el apoyo y difusión de los grandes medios de comunicación, y la participación de grupos políticos co-responsables del desastre social y económico al que fue sometido nuestro país. Es el modelo de país de “los que más tienen”, como justamente lo denominó la Presidenta de la Nación recientemente
En este último campo se inscribe la alianza entre Solá, Macri y de Narváez, la reaparición de Reuteman en la línea de largada, y los corifeos del poder oligárquico que invocan la inseguridad y llaman al orden como un canto de sirena que los lleve a la restauración conservadora, como puede revelar un somero recuerdo de las actuaciones de Solá, ocho años Secretario de Agricultura de Menem e introductor de la soja transgénica con el apoyo de la gran beneficiada, la multinacional Monsanto, de Macri personaje en el que su trayectoria cómplice y beneficiaria de la destrucción del Estado argentino, su demagogia y su gestión desastrosa al frente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es también un ejemplo de lo que puede hacer la derecha, cuando los sectores populares no atinan a ver el bosque y solo ven el árbol.
Completándose el trío con de Narváez, empresario socio de Macri y de Manzano, dueño de un importante grupo de comunicación y de numerosas empresas, obtuvo por cesión de Menem la explotación del predio de la Sociedad Rural por 30 años. De Narváez es un oportunista de nulas convicciones políticas como lo demuestra el comentario que hace de él, uno de los soportes de este proyecto, el diario Clarín: “Francisco de Narváez Steuer, más conocido como "El Colorado" tuvo un derrotero político zigzagueante como son las búsquedas del poder. Se nacionalizó en 1983 para votar por Raúl Alfonsín; luego, inició su carrera política junto a Mauricio Macri, luego se enroló con Carlos Menem y más tarde aplaudió el ascenso de Kirchner. Ascendió al Congreso de la mano de Eduardo Duhalde y, finalmente, cuando se distanció de Roberto Lavagna, volvió— o tal vez nunca se fue— al lugar donde había comenzado por negocios, ideas y procedencia social, el PRO de los Macri.”


LA CLASE MEDIA FAVORECIDA Y LA MEMORIA DE PEZ


La extensa clase media argentina, ha tenido tradicionalmente como pautas de identidad unos determinados comportamientos, actividad económica, educación, consumo y empleo. La crisis a la que la llevó el neoliberalismo en el 2001, le provocó una ruptura con sus patrones sociales, la destrozó económicamente, y abrió una inmensa brecha con su modelo referente, la vieja oligarquía terrateniente. Empobrecida la clase media, cayó en una profunda depresión, falta de autoestima y en el negativismo más absoluto. Pasó de campeón a canillita. Le había tocado pagar, junto a la clase trabajadora,y limpiar los platos rotos del festín neoliberal que terminó con los camiones de caudales rumbo a los aeropuertos llevando los ahorros de años de esfuerzos de profesionales, de los pequeños empresarios, de los trabajadores autónomos y de los jubilados.
La clase media, saliendo de su dolor y su empobrecimiento, vivió esperanzada la nueva etapa política y el nuevo proyecto económico del Gobierno que comenzó en mayo del 2003, beneficiándose poco a poco del renacer económico-social de nuestro país y logró encontrar una perspectiva de futuro esperanzador.
En estos años de los gobiernos populares de Néstor y Cristina Kirchner vio como se recomponía el mercado interno y su maltrecha economía, recuperó los hábitos de consumo y los hizo posible, reabrió sus talleres y pequeñas empresas. Recuperó su autoestima y se sintió capaz ser actor de su futuro.
Hoy, recuperadas viejas pautas de comportamiento, la clase media favorecida se animó a mirar nuevamente a la oligarquía explotadora como un modelo a seguir y aceptó su engañoso mensaje de que “el campo somos todos”. Contradictoriamente, para defender lo conseguido con una definida política de reactivación de desarrollo de la economía con un modelo popular y distributivo, los sectores más favorecidos de la clase media parecen escuchar con aceptación el discurso de la derecha, que pretende restaurar el mismo neoliberalismo que los hundió en la crisis.
Ningún sector social se suicida, seguramente en el momento crucial de las próximas elecciones legislativas, cuando se comprenda que en esos comicios hay que optar entre fortalecer la reacción de aquellos que pretenden recuperar poder para no perder privilegios a costa del pueblo y de la clase media, o apoyar el modelo democrático, de justicia social y distributivo que representa el gobierno de Cristina Kirchner y los candidatos del Frente para la Victoria , la mayoría de la clase media porteña y de las provincias harán un ejercicio de memoria y verán lo contradictorio de apoyar la opción neoliberal que la llevó por el camino de la desaparición.

PROFUNDIZAR EL MODELO


Ante el actual intento involucionista, solo cabe la respuesta de la profundización de las medidas para hacer de nuestro país, un país más justo, más independiente, con un desarrollo económico integrado en la realidad latinoamericana y comprendiendo que es necesario la convergencia de las fuerzas populares para consolidar este modelo democrático y popular. Las estructuras burocráticas pueden ser un apoyo circunstancial, pero solo la movilización de las organizaciones sociales, la articulación de todos los que comparten los objetivos de éste gobierno, puede garantizar que el rumbo político no se vea amenazado.

A CRISTINA LA ELIGIÓ EL PUEBLO Y A CRISTINA LA DEFIENDE EL PUEBLO


Es el voto popular el que legitima a un gobierno para llevar adelante sus propuestas.

Millones de argentinos y argentinas apoyan este modelo como se demostró en la última elección presidencial donde la actual Presidenta logró casi el 50 % de los votos. este proyecto político que se inició un 25 de mayo de 2003, que continúa su profundización con el Gobierno de la Presidenta Cristina Kirchner, representa un modelo social, económico, político y cultural, basado en el trabajo, en la producción y en el esfuerzo para lograr una más justa distribución del ingreso y un desarrollo independiente del capital financiero internacional, y que ha hecho de la política de Derechos Humanos, uno de los pilares de la política de Estado que permitió reabrir el cauce a una reconstrucción material y moral de nuestra sociedad.

El discurso de Cristina Fernández al inaugurar las sesiones del Congreso ha constituido un balance contundente de las realizaciones del Gobierno Nacional y Popular desde mayo del 2003, reafirmando un proyecto que ha significado un radical viraje progresista en la situación política de la Argentina.

Han sido estos años de fuerte crecimiento económico y de una marcada reducción de los índices de desigualdad. Entre 2003 y 2007 en nuestro país la pobreza se redujo un 30,6 % y la indigencia casi un 20%. Lo salarios aumentaron mas de un 70%, mas de 100% en los de trabajadores de menores ingresos. La participación de los trabajadores en el PIB aumentó un 28% respecto al 2003 ( del 34% en 2003 al 43,% en diciembre 2008).

Este rumbo general, de cambios para la reconstrucción y el progreso en un marco democrático fortalecido, ha continuado y se ha acelerado con las últimas acciones del Gobierno:
Las medidas para enfrentar la crisis global, las medidas de reactivación, de infraestructuras, las ayudas a provincias y municipios, la coparticipación federal en los fondos sociales constituidos con las retenciones, la recuperación de Aerolíneas, el proyecto de estatización de la Fabrica de Aviones de Córdoba, el retorno al control del Estado de las jubilaciones secuestradas por la estafa privatizadora de los neoliberales, la reciente renegociación de gran parte de la deuda externa remanente (que debe volcarse en apoyo para las medidas anticrisis , sociales y de reactivación) ,las medidas para dotar de más recursos y competencias al Poder judicial para acelerar los juicios a los terroristas de estado, el Anteproyecto de Ley de Radiodifusión, son jalones innegables dentro de esta orientación general.
También continúan en ese sentido, los posicionamientos internacionales del Gobierno frente a la crisis global del capitalismo y su accionar en el marco de Latinoamérica (Mercosur, Unisur etc.) en el contexto de la lucha por la emancipación y la justicia social en la Patria Grande Latinoamericana.
Con relación a la crisis general capitalista, lo más relevante de las posiciones del Gobierno es la reafirmación del rol del Estado como factor activo en el desarrollo económico y social, y de intervención en la regulación del mercado, la necesidad de profundizar aun más en un modelo de cuidado del trabajo, la producción y el empleo, de reforzar una política selectiva de sustitución de importaciones y de reclamar relaciones internacionales de mutua colaboración y no de subordinación. Y también se ha lanzado la pregunta, doblemente pertinente sobre qué pasaría si esta crisis mundial encontrara a la Argentina en la situación de 2003 y con una dirigencia política que siempre concibe el ajuste contra los trabajadores y el pueblo y el no tocar los privilegios de los que más tienen como receta.
Respecto a las deudas heredadas y a las asignaturas pendientes, al presentar el Anteproyecto de Ley de Radiodifusión, la Presidenta Cristina Fernández ha señalado que éste y el anterior Gobierno han venido pagando viejas deudas de la democracia y que queda aún mucho por pagar, una deuda social interminable, que se comprometen a seguir pagando, ante millones de argentinos a los que no se ha podido llegar aún.
Desde Carta Abierta España, reivindicamos una vez más ese rumbo general, y reafirmamos que la necesaria critica y autocritica debe circunscribirse a la presentación de propuestas y alternativas dentro del campo popular, y nunca sumándose al coro hipócrita, destituyente y reaccionario de la Restauración Conservadora.
Apoyamos al gobierno Cristina Kirchner que a los intentos de restauración conservadora y oligárquica, responde con más democracia y desarrolla la Propuesta de Proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, en reemplazo del Decreto Ley 22.285/80 realizado durante la Dictadura.
Este proyecto de Ley busca la desconcentración y desmonopolización de los medios existentes, garantiza como derecho humano universal, el acceso a la información y a la libertad de expresión, tal como lo prevé la Convención Americana de derechos Humanos, y protege el trabajo argentino mediante cuotas de pantalla de cine nacional, esto también en radios y en televisión, Regula que el estado Nacional, las Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y los municipios tengan frecuencias asignadas, permite que las Universidades tengan emisoras sin restricciones. que las entidades sin fines de lucro tengan el 33% de las frecuencias y se limitarán los monopolios y oligopolios.
*Apoyamos la creación de un Ente Nacional de Promoción y Control Comercial Agropecuario y Agroalimentario, tendiente a permitir la regulación de la comercialización de granos por parte del Estado cuya finalidad es lograr una mayor transparencia en la formación de precios y en el abastecimiento de alimentos a precios razonables para todos los argentinos. El Estado tiene que asumir la responsabilidad reguladora en el mercado de granos. Actualmente las grandes empresas agropecuarias acopian sin comercializar alrededor de 10 millones de toneladas de soja. A la mitad de esos diez millones los acopiadores ya les aplicaron las retenciones a los productores, pero nunca las pagaron al Estado. En cuanto a los cinco millones restantes, pueden estar formando parte de un circuito negro. El Estado debe evitar, en beneficio de todos los ciudadanos y de las cuentas públicas, que diez empresas monopólicas establezcan los precios y tengan como rehenes a productores y consumidores.
* Apoyamos una política de Estado dirigida a la protección de los Pueblos Indígenas Originarios, al respeto de su cultura y a las justas reivindicaciones políticas y territoriales, y a lograr la igualdad en el acceso a la salud, la educación y a las oportunidades laborales, con el objetivo de posibilitar su pleno desarrollo acorde a pautas propias.
*El Estado Nacional y los Estados provinciales deben encarar la urgente defensa de los glaciares frente a al visible interés de multinacionales en la explotación de reservas minerales, con su consiguiente efecto depredador.
* Apoyamos toda medida tendiente a un mayor control, regulación general y de impacto ambiental y gravámenes de las actividades mineras, especialmente de las empresas privadas más concentradas.
*Igualmente señalamos la urgencia de profundizar medidas para preservar los recursos de agua potable frente a la avidez de los grupos multinacionales y de países más desarrollados que buscan, algunos bajo la apariencia de cooperación al desarrollo, lograr el control de las reservas de agua potable de nuestro país.
*Apoyamos la Ley de Bosques y un desarrollo normativo que permita enfrentar el grave peligro en que se encuentran nuestros bosques. Solamente en la provincia de Salta, que representa el 22 % del reservorio del todo el país, en los últimos diez años se perdieron 12 mil Km2, es decir 1,2 millones de hectáreas, de bosques nativos. La sojización desmesurada que se está desarrollando en la búsqueda salvaje del beneficio económico, es en gran parte la causante de este perjuicio irreparable.
*Apoyamos el desarrollo de un Plan Integral Ferroviario, que recupere y repare a nuestros anarquizados y deteriorados ferrocarriles como instrumentos de integración regional y nacional, en su doble función de transporte de pasajeros y de mercancías. Las obras de infraestructura de un plan semejante serían además una respuesta anticíclica, generadora de empleo y trabajo en todos los sectores vinculados y vinculables.

EL 28 DE JUNIO


La continuidad de este proyecto político requiere del esfuerzo de hacer visible el mayoritario apoyo popular con el que cuenta. Estamos en una etapa definitoria frente a las elecciones del 28 de junio en la que la perspectiva de las elecciones presidenciales del 2011 estará presente
Es necesario que los sectores que comparten los principales objetivos de éste gobierno, todos los sectores populares y progresistas, concentren sus esfuerzos en la defensa del éste modelo redistributivo, democrático, nacional y popular, y se ratifique el apoyo electoral expresado hace poco mas de un año.




CARTA ABIERTA ESPAÑA- DOCUMENTO -ABRIL DE 2009
MESA COORDINADORA INTEGRADA POR:
CARLOS DUHALDE- ENRIQUE BORCEL- VICTOR MUSLERA- CECILIA DENIS- ALEJANDRO MEZZADRI- RODOLFO LADAGA

domingo, 12 de abril de 2009

que mamaracho sudaca estos K....


¨A nadie sorprendería que los ministros o los alcaldes de un país europeo desciendan periódicamente a la arena electoral a revalidar sus mandatos en elecciones parlamentarias.¨ (Zuleta Puceiro)

¨La mutación institucionalEnrique Zuleta Puceiro (Presidente de la consultora OPSM)Néstor Kirchner vuelve a sacudir el sistema político con una iniciativa que, de concretarse, implicará un tránsito hacia formas institucionales imperantes en una amplia mayoría de las democracias del mundo. En los sistemas parlamentarios, los cargos ejecutivos derivan su investidura de una fuente única de legitimidad: el mandato popular recibido a través de las elecciones legislativas. A nadie sorprendería que los ministros o los alcaldes de un país europeo desciendan periódicamente a la arena electoral a revalidar sus mandatos en elecciones parlamentarias. Elena Salgado –ministra de Economía del Gabinete español– es diputada y, ante una elección legislativa, debe encabezar las listas del PSOE en su circunscripción. Nadie espera que deje luego su cargo ejecutivo. Se sabe que su banca recién ganada será ocupada por quien le suceda en la lista cerrada y bloqueada que encabece en su provincia. No hay en esto nada exótico ni antidemocrático.La iniciativa obliga a gobernadores e intendentes a acudir a las urnas a mitad de mandato. Si ganan, habrán plebiscitado sus gestiones. Sus vecinos sabrán que no por ello abandonarán la gestión gubernativa. Pero ¿y si pierden? Una incógnita inquietante, todavía sin respuesta en un sistema político en trance acelerado de mutación institucional. ¨

jueves, 9 de abril de 2009

disci-PLINA


Unas de las críticas más duras que recibió Kirchner en toda su era como dirigente político de fuste nacional, fué su decisión de presidir el Partido Justicialista y haberse olvidado de sus consignas de barricada que lo hicieron fuerte, en las que hablaba del fin del bipartidismo. Si bien como decimos las opiniones más críticas partían de que la incorporación de Kirchner al PJ volcaba la gestión de Cristina Kirchner y su construcción política claramente hacia la derecha, otra critica muy fuerte era que él iba a quedar atrapado en un callejón sin salida a manos de los varones del PJ (no solo del conourbano, sino de todo el país). De hecho la imagen de Néstor empezó una curva decreciente desde su incorporación al Partido Justicialista (no por un brote gorila de la gente ya que él nunca renegó de su peronismo, si no por lo que representa simbólicamente para el 60% de los argentinos la máquina electoral del peronismo, maquina que no diferencia entre un neoliberal y un neokeynesiano)

La respuesta no-oficial de Néstor en una reunión en puerto madero con dirigentes de los movientos sociales, fue que era la única forma de que no se produjera una fuga de los dirigentes más importantes del peronismo ( autentico???), de hecho hoy un ex operador del gobierno sostiene que si Kirchner no hubiera tomando la riendas del PJ, hoy el peronismo disidente tendría a todos los intendentes del conourbano enfilados, y que no estarían en las listas K ni siquiera testimonialmente.
Kirchner si ingenio una solución, por no decir una escapatoria de ese callejón (principalmente electoral), presionando para que las cabecillas políticas de los distritos (tanto provinciales como municipales) encabecen las lista de Junio para así de esta manera traccionar votos, pero principalmente para que esto dirigentes (melancólicos de la era Menem) no se hicieran los boludos y el Kirchnerismo pierda la primer minoría. Este escenario, de indisciplina político partidaria se podría dar con más fuerza aun en la provincia de Buenos Aires, donde la gran mayoría de los intendentes del conourbano tuvieron, tienen y tendrán una fidelidad duhaldista muy difícil de romper, y que con el surguimiento de un peronismo disidente fortalecido gracias los medios (Clarín, la Nación, América y otras empresas extranjeras), se estaría producido una fuga política muy fuerte, en concreto los intendentes del conourbano iban y quieren poner sus fuerzas y muchos candidatos propios en las listas neo-menemistas del ProPeronismo y figurar solo testimonialmente en las listas del kirchnerismos. Aunque la decisión del encabezamiento de listas es polémica parece que más allá de la presión de los medios de comunicación nacionales y la fractura que produce esta decisión política con el sentido común, Kirchner espera obtener buenos resultados (disciplinarios). ¿Lo conseguirá? Parece que….


Ca.Ro.So.


El PJ bonaerense avala la fórmula


El peronismo bonaerense salió a respaldar las posibles candidaturas del ex presidente Néstor Kirchner y del actual gobernador Daniel Scioli para los comicios del 28 de junio próximo y sumó el compromiso de intendentes del PJ de revalidar títulos encabezando las listas distritales en sus municipios



"Daniel Scioli es un gran candidato, como lo es Néstor Kirchner, pero podrían ir juntos los dos reeditando una fórmula que dio buenos resultados", afirmó ayer el jefe de Gabinete Sergio Massa, al ser consultado ante una eventual candidatura del gobernador bonaerense a diputado para los comicios del 28 de junio.
Por su parte, los 19 intendentes justicialistas de la tercera sección electoral de Buenos Aires se comprometieron ayer "a expresar su disposición a encabezar listas distritales" de cara a las elecciones del 28 de junio y expresaron "un fuerte apoyo a la conducción política de Néstor Kirchner y Daniel Scioli".
El compromiso fue expresado en una reunión realizada en la Municipalidad de Lanús de la que participó el gobernador bonaerense Daniel Scioli; el vicegobernador, Alberto Balestrini y el titular provisional del Senado, José Pampuro.
Fuentes cercanas al gobernador comentaron que durante el encuentro los intendentes "elogiaron la actitud militante de Scioli" y coincidieron "en el compromiso de ayudar al proyecto nacional desde la provincia de Buenos Aires para todo el país".
Asistieron, entre otros, los intendentes de Florencio Varela, Julio Pereyra; de Avellaneda, Baldomero Álvarez de Olivera; de Almirante Brown, Daniel Giustozzi, y de Lanús, Darío Pérez.
Hoy, el intendente de la ciudad de Villa Gesell, Jorge Rodríguez Erneta, afirmó que "el peronismo tiene que seguir gobernando en la Argentina para felicidad de la gente", al tiempo que valoró el trabajo político del gobernador, Daniel Scioli.
Rodríguez Erneta, al ser consultado sobre la posible candidatura de Scioli, se manifestó "contento por tener políticos como Scioli preparados y capacitados, capaces de ofrecerle a la comunidad gestiones para seguir trabajando y mejorando día a día".
En tanto Massa, al hablar ayer en Hurlingham dijo también que "lo que hay que evitar aquí, son los dobles estándares, porque (Gabriela) Michetti en la Ciudad también renuncia a su cargo para ir a una banca, y (Felipe) Solá no renuncia a su banca y también participará como candidato; por eso no se pueden hacer dobles estándares y decir que si lo hace el oficialismo es malo y si la hace la oposición está bien".
Massa destacó además la decisión adoptada ayer por los intendentes de la tercera sección electoral de encabezar las listas distritales como concejales de sus municipios y dijo consultado sobre qué lugar ocuparía respondió: "podría encabezar la lista de concejales en Tigre".
El jefe de Gabinete bonaerense Alberto Pérez también habló de una eventual candidatura de Scioli y remarcó que "todo es posible", aunque aclaró que "falta exactamente un mes para el cierre de listas y no tenemos apuro".
Según Pérez "no descartamos" la eventual postulación del gobernador bonaerense, "pero no quiero hablar de hipótesis".
Dijo que "no seré candidato", pero advirtió que "si hace falta que esté en la lista lo haré, porque acá se trata de defender un proyecto que se inició hace cinco años y medio a nivel nacional y hace un año y tres meses en la provincia".
Pérez expresó que el Partido Justicialista "es un movimiento muy grande" y agregó que "hubo gente que desertó pero no la juzgamos, sino que ellos van a tener que explicar porqué estaban dentro de un proyecto que ahora critican".
Para Pérez en las elecciones del 28 de junio "debemos conseguir legisladores para acompañar el programa de reformas que está haciendo el gobierno nacional".
Ayer, el vicegobernador bonaerense Alberto Balestrini había señalado que "para mí, el mejor candidato para encabezar la lista de diputados nacionales, es Néstor Carlos Kirchner".
El también titular del PJ provincial dijo que "el Pueblo bonaerense debe estar tranquilo. El Justicialismo ofrecerá sus mejores hombres en la lista de candidatos, y Néstor Kirchner es uno de ellos, por lo que debería encabezarla", precisó.

No Pasarán....




Ante un panorama político que muestra a un radicalismo neoconservador y a un peronismo de derecha realizando un movimiento de pinzas contra una Argentina que se resiste a volver al Neoliberalismo el ex Diputado Nacional, Federico Soñez, expresó:
"Cuando uno advierte las declaraciones y las acciones de gran parte del sistema político argentino, que sueña con un 2011 sin Kirchner, con una disputa entre Reutemann y Cobos, por ejemplo, comprende mejor por qué tenemos el nivel de desigualdad y de pobreza que tenemos. La derecha sueña con reconstruir el orden político que estalló en el 2001.Se podrá criticar al Gobierno Nacional por muchas razones, pero es contundente la evidencia de que los sectores dominantes no están dispuestos a soportar el menor cambio en dirección a un país más justo. No toleran la recuperación de los fondos previsionales, la nueva ley de radiodifusión. No toleran que centavos de su riqueza se puedan redistribuir.Por un instante prestemos atención a lo que dicen De Narvaez, Carrió, Cobos, Solá, Reutemann, Morales. No hacen una sola propuesta para cambiar la estructura productiva, para avanzar hacia un país equilibrado, sustentable, abierto a que todos los argentinos puedan progresar. Proponen un país que excluye, que concentra riqueza. A eso le agregan seguridad, mucha seguridad para apalear a millones que primero han destruido socialmente.En lo inmediato se unifican para que la crisis global la paguen como siempre los trabajadores, los humildes, el pueblo sencillo.Miles y miles miramos azorados el espectáculo mediático político que repite sin pudor las recetas del empobrecimiento, las mismas que condujeron al mundo a una crisis sin parangón.Las mujeres y hombres que deseamos y peleamos por esa Argentina para todos, nos tenemos que proponer aquella consigna de No Pasarán. Hay que frenarlos, hay que enfrentarlos en las calles y en las urnas.En esta elección el cómo hacerlo dependerá de cada distrito, de cuáles son las listas. En algunas partes habrá que enfrentar tanto al radicalismo neoconservador y sojero como al peronismo de derecha.Hoy hay que defender a Cristina desde donde mejor se pueda.Y si en el 2011 las opciones tradicionales son todas expresión de una restauración conservadora, habrá llegado el momento de seguir definitivamente los ejemplos de Brasil y de Uruguay, y sin importar cuantas veces Lula o el Frente Amplio hayan perdido una elección presidencial, construir un poderosa fuerza transformadora.La trampa de un país condenado a optar entre dos variantes restauradoras hay que romperla ahora."
Federico Soñez/ Escribre semanalmente para esto Blog.

domingo, 5 de abril de 2009

La ley...


Por


Federico Soñez, Diputado de la Nación (MC),


Directos de Instituto Antonio Gramsci


Paraná, Entre Ríos, 6 de Abril de 2009


Es unánime el beneplácito, la alegría con que los sectores populares hemos recibido el anteproyecto de ley de comunicación audiovisual.Al sostener que si unos pocos manejan la comunicación masiva, la democracia no es posible, al promover la diversidad y la pluralidad, al atacar el monopolio y la concentración, el proyecto retoma la vieja idea de Spinoza de que “el verdadero fin del Estado es la libertad”.Toda libertad, incluyendo la de buscar difundir y recibir informaciones e ideas, supone fortalecer la potencia común frente a los poderes privados, supone extender la protección para que unos individuos no sean sometidos a otros individuos. ´La opresión no asume en nuestro tiempos de la forma del Estado Absolutista, la forma del gobierno autoritario, como sostienen los reaccionarios en toda América Latina, sino la forma de los monopolios, la de la concentración de la propiedad y del control de los medios de comunicación,.Los intentos de restauración conservadora tienen la forma de Termidor Audiovisual.Por la naturaleza del problema, debemos ser conscientes, sin embargo, que el presente ante proyecto, necesariamente es más que una ley de medios y, a la vez , menos que lo requerido para cambiar la semiosis social, para cambiar la hegemonía cultural de un sistema global de producción y reproducción de la vida que propone como valores finales la maximización del consumo, del poder, del prestigio y del éxito.Decimos que es más, porque retomando un idea del recordado compañero Nicolás Casullo, debemos entender que esta ley regula la actividad política mucho más que las normas especificas e incide decisivamente no solo sobre las conductas electorales sino sobre le selección de candidaturas.El poder mediático privado, desde un interés abiertamente reaccionario, construye la realidad política. Una construcción en cada casa, en cada mirada, en cada subjetividad, ejerciendo un dominio que desplaza las formas tradicionales de la política.Cuando desde el poder manipulador se contraponen las movilizaciones organizadas a otras supuestamente espontáneas, se dice que el pueblo sencillo y trabajador concurre por el choripan y el vino. Lo que ocultan es que a las otras, la masa numérica no la brindan sujetos libres sino figuras monstruosas que babean alienación y repiten con eco inhumano los videolectos con que han sido formateados .La participación de los monopolios mediáticos no se explica con la vieja idea de la propaganda. Los medios no se reducen a apoyar la derecha política. Ellos son la derecha. Ellos asumen ,por sí y en sí ,el papel que antes correspondía a los partidos conservadores. Ellos establecen la programática, y las agendas públicas. Ellos fabrican candidatos y figuras. ¿Quién se atreve y quién puede hablar en serio de cualquier tema? Ellos deciden lo políticamente correcto y llaman consenso a su programa restaurador.Por eso es vital que el poder democrático avance sobre estos monopolios como propone la ley.Decimos que con la ley no alcanza para promover sujetos libres en el mundo de la comunicación, porque la alienación no se origina en los contenidos mediáticos sino en unas relaciones sociales que se le imponen al individuo con la fuerza de la fatalidad.La sociedad capitalista no puede menos que incumplir lo que le promete a los individuos, esto es que si persiguen en forma ciega, egoísta y desatada su interés particular, será posible la formación del común interés general.Pero la cultura capitalista tampoco puede menos que insistir en la construcción cotidiana de las referencias últimas de la significancia en torno al éxito, al consumo, al dinero.¿Cómo creer, cuando el sentido común coincide con el utilitarismo más vulgar, que un cambio en los contenidos va a permitir valorizar lo que aparece como inútil? ¿Cómo creer que algunos medios en manos populares serán suficientes para desbaratar la síntesis visual construida por el capitalismo que ha instalado la vocación destituyente en el ojo mismo, canminado ahora a degradar, erosionar, consumir, engullir, antes que mirar?No señalo deficiencias de la ley, indico la naturaleza integral de los cambios que necesitamos emprender.Creo que la ley es un formidable instrumento técnico para seguir combatiendo por la autonomía social e individual.Creo que para esto hay que dar mucho espacio a las miradas alternativas, a las que nos recuerdan la opresión de género, a la que nos hablan de la naturaleza, las que nos llevan hacia los pueblos originarios, las que promueven la solidaridad y las ideas, en fin, de que la vida buena es la que se vive en común.Y esto, se sabe, es lo contrario a cuando todos, a la misma hora, vemos la misma basura en la televisión.


Federico Soñez también escribe para este Blog semanalmente como Fe.Ro.So.

Fuera de Contexto...

Como estuvo mucho últimamente en los medios la compañera Hebe con cual desde hace un tiempo vengo disintiendo con la mayoría de sus declaraciones, pero con la cual personalmente llegamos o intentamos llegar a posiciones comunes con facilidad. Por lo tanto es importante no sacar de contexto los dichos de esta
compañera (ni de nadie) a quien lo medios estigmatizan y tergiversan casi por placer o habito.
Ca.Ro.So.


Hebe de Bonafini en contexto:

2 de Abril

“Bueno compañeros, hasta ahora, hasta hoy, las Madres no nos pronunciamos por la muerte de Alfonsín. No quise hablar con nadie y escuché, como habrán escuchado todos y habrán visto estos días, todo lo que pasaba. Vimos grandes hipócritas que lo tuvieron cuestionando todo el tiempo y lo golpearon todo el tiempo, llorando y hablando de él como que fuera San Martín. Yo desde acá, desde esta Plaza, quiero hablar con mucho respeto porque la muerte siempre es para respetar y también para respetar a la familia y a los radicales que sí querían a Alfonsín y que sí lo acompañaron a Alfonsín. Para ellos, el respeto. Pero para la gente que no sabe qué pasó y que fue a llorar, para la gente que no sabe qué pasó e hizo 16 cuadras de cola, yo les quiero decir que para Alfonsín las Madres éramos una mala imagen. Y como éramos una mala imagen en esta Plaza nos mandó a desalojar con un grupo de radicales jóvenes con las boinas blancas y nosotras los echamos a ellos, y hoy seguimos estando en esta Plaza, pero Alfonsín no echó de esta Plaza. La gente tiene que saberlo. El Doctor Alfonsín dijo que las Madres éramos ‘antiargentinas’, que nuestro discurso por los desaparecidos, que para él eran ‘terroristas’ porque él fue el que operó todo el tiempo con la Teoría de los dos demonios, unos iguales a los otros, hablando de ‘guerra sucia’. Acá no hubo una guerra ni hubo terrorismo. El terrorismo fue el del Estado, el Terrorismo de Estado que él defendió. Alfonsín, es verdad, hizo el Juicio a las Juntas, muy selecto, en tribunales civiles bajo el código de Justicia Militar y pidió que las Madres no entráramos con pañuelos porque el pañuelo era un ‘signo político’. No nos podemos olvidar de todo eso. Y después que condenó, con ese juicio que dicen que fue maravilloso y que fue muy selecto porque en ese juicio no se condenó a ninguna multinacional, porque no quiso tocarlas, porque no quiso hablar de la Pepsi, de la Coca, del papel Ledesma. No se quiso hablar, se prohibió porque esos los tipos que le pagan las campañas a los políticos, por eso no se habló de las multinacionales y no lo podemos olvidar, y sigo diciendo que respetamos a la familia y respetamos a los radicales que lo quieren pero basta de tanta hipocresía de que ahora Alfonsín es como San Martín, por favor no nos equivoquemos. Tampoco es un héroe. Es verdad, condenó, y al poco tiempo las dos leyes de perdón y perdonó a todos los asesinos que caminaron por este país todo el tiempo que quisieron. Y también, compañeros, tengamos todos muy claro, vimos por la televisión mucha gente, es verdad, pero no había ni pobres ni trabajadores: era una marcha, era una concentración de la clase media y la clase alta que siempre salen para estas cosas pero nunca reclaman por el trabajo, ni por la comida, ni por la salud. No nos equivoquemos, no había pobres. Casi era una marcha llena de cajetillas. Que no se ofendan pero es así, esta Plaza no la puedo usar para ser hipócrita ni tampoco me quiero callar. Éramos una mala imagen, seguimos estando. Éramos las Madres de los ‘terroristas’, seguimos estando. Hablamos y éramos ‘antiargentinas’, y seguimos estando. Que en paz descanse el doctor Alfonsín y todo el respeto para su familia y los radicales que lo quieren, y el más grande repudio para todos los hipócritas que lo fueron a aplaudir”.

Los consensos del agropower

Embellecido por la muerte, Raúl Alfonsín ha pasado a ser el padre de la democracia argentina y el hombre de los consensos, expresión de valores que la sociedad está extrañando o que hoy faltan, según los escasos matices de un libreto único. Son disparos por elevación (no mucha) contra el gobierno que desde 2003 confronta con algunos de los sectores que le hicieron la vida imposible a Alfonsín dos décadas antes. La respuesta no es menos llamativa: para la presidente CFK, fue un “hombre de convicciones” y según Néstor Kirchner, defendía con incorrección política y mucha fuerza sus ideas. Preguntarse por la pertinencia de cada una de esas afirmaciones conduce a comprobar que ni siquiera el acontecimiento excepcional acalla la disputa por el sentido, que ocupa todos los espacios, públicos y privados, cuando se discute la relación del sistema político con los factores de poder y uno de ellos ha emprendido el abordaje de las instituciones por un camino distinto al tradicional.



De Campo de Mayo a la Rural



Una foto que volvió a recorrer el país esta semana es la del balcón de la Casa Rosada en la Semana Santa de 1987. Esa imagen dice más de Antonio Cafiero que de Alfonsín. El hombre de los consensos encontró un líder de la oposición que en el momento de prueba respaldó al gobierno legítimo del que era opositor. ¿Con qué lider del radicalismo podría buscar esos consensos ahora CFK? ¿Con Elisa Carrió, quien en vez de reconocer que la había duplicado en votos se apuró a proclamar que su gobierno nacía con una legitimidad segmentada y que ella y su esposo terminarían como Ceaucescu? ¿Con su vicepresidente, Julio Cobos, que la acompañó en el envío al Congreso de la Resolución 125 y cuando le tocó desempatar votó en contra del gobierno que integraba? La propia fórmula Fernández de Kirchner-Cobos fue una muestra de consenso y diálogo y es ostensible quién los quebró. La movilización popular aisló a los carapintada de Aldo Rico, pero no fue unánime. En la Sociedad Rural de Azul, durante una asamblea presidida por el titular de Carbap, Arturo Navarro, llegó a solicitarse la renuncia del gabinete económico y el juicio político de Alfonsín. Con el apoyo político del justicialismo y la fuerza de una sociedad movilizada como nunca, Alfonsín podría haber cumplido su promesa a la asamblea legislativa de que no negociaría ni la democracia ni la situación procesal de ningún militar ante la justicia porque todos los ciudadanos eran iguales ante la ley. Prefirió imponer la ley de obediencia debida, idéntica a la que presentó al asumir y que el Congreso le obligó a modificar. Fue a partir de esa contradicción inocultable entre las palabras y los hechos que su proyecto político comenzó a decaer y junto con las dificultades económicas debidas a su aceptación de un endeudamiento externo del que no menos de una cuarta parte era ilegítimo, condujo a su derrota en los comicios de renovación parlamentaria de setiembre de 1987, prolegómeno de su renuncia al gobierno en julio de 1989.



Perdón a gritos



También volvió a verse en estos días una filmación de la muestra agropecuaria de la Sociedad Rural del 13 de agosto de 1988. Alfonsín comienza a hablar y lo tapan los silbidos de los asistentes. “Estas manifestaciones no se producen en tiempos de dictadura”, responde. Levanta la voz para recriminar que “es una actitud fascista el no escuchar al orador”. En el mismo tono enardecido informa que ha decidido suprimir el tipo de cambio diferencial que fue parte del Plan Primavera, negociado con la UIA, la Cámara de Comercio y la CGT. La Sociedad Rural lo objetó porque acentuaba el efecto de las retenciones, que regían desde la dictadura con una alícuota del 15 por ciento. Los exportadores deberían liquidar sus ventas al cambio oficial pero importaban insumos y maquinarias por el mercado libre, con una diferencia de 20 por ciento. “Vamos hacia el cambio libre, y el sector agropecuario gozará de ese cambio libre”, grita Alfonsín. Sin bajar el tono termina pidiendo disculpas por sus equivocaciones, que atribuye a los “muchos años de dictadura” que no le permitieron aprender a gobernar.



El consenso de la capitulación



Esa es la defensa de convicciones y la incorrección política alfonsinista, que a coro se le propone a CFK: no un consenso sino una capitulación. Si se humillara ante los factores de poder, algún Biolcati perdonaría sus extravíos en la capilla ardiente dentro de unas décadas y la calificaría de mujer digna que creyó en el diálogo. Al cabo de cinco reuniones, en las cuales consiguieron transferencias desde el resto de la sociedad que superan los 2000 millones de pesos, los miembros de la Mesa de Enlace siguen exigiendo una rebaja en las retenciones a la soja que pagan las compañías exportadoras y no omiten amenazas para imponerla en el Congreso. Según su integrante Ricardo Buryaile habría que cerrarlo si no legislara como los patrones rurales desean. Vicepresidente de CRA, Buryaile sigue participando en todas las actividades de la Mesa como si esa amenaza fuera sólo una cuestión de mal gusto. Está claro a qué le llaman diálogo la Sociedad Rural y sus satélites. Luego de la silbatina de 1988, el canciller Dante Caputo dijo que expresaba “la angustia de un sector incapaz, especulativo, inútil, adulador de dictadores e inspirador de la tortura”. Pero Alfonsín le pidió que no confrontara y Caputo explicó que sólo quiso referirse “a ese grupo que no tiene nada que ver con la producción sino con la especulación. Son incapaces de producir, le temen brutalmente al capitalismo, tienen su casco de estancia en la Avenida del Libertador”. A su manera, Caputo describía el fenómeno producido a partir de la dictadura, cuando el modelo económico basado en la valorización financiera produjo la mayor liquidación de la historia del stock ganadero y una reducción del área sembrada, sin que por eso los grandes latifundistas dejaran de obtener ganancias extraordinarias, mientras quebraban centenares de miles de pequeños productores. La Federación Agraria, que antes de Eduardo Buzzi distinguía entre CTA y CRA, declaró entonces que no se alegraba ni se condolía. “A los que lo silbaron el Presidente les prometió privatizar, pagar la deuda externa, abrir la economía nacional, no tocar los grandes latifundios y utilizar sus foros y conductores como referentes de la política agropecuaria. El gobierno posterga a los chicos, privilegia a los grandes y termina sin el pan y sin la torta. Si el doctor Alfonsín se encuentra ahora con que lo silban porque no quiere dar todo lo que le piden, es un problema del Presidente, que los eligió como aliados”.



Panradicalismo y Peronismo de Pro



El cortejo fúnebre de Alfonsín pareció soldar las articulaciones del panradicalismo, en el que se reagrupan Carrió y Cobos, mientras el representante de CRA en la Mesa de Enlace, Mario Llambías, demora una respuesta al ofrecimiento de integrar su lista bonaerense. Otro realineamiento significativo se da en torno de Unión Pro, que se llama así porque si no usara la misma denominación que de Narváez en 2007 debería llevar en el segundo puesto a una mujer. El primer peronismo ofreció asientos en el gabinete y en el Congreso a dirigentes sindicales, como Atilio Bramuglia y Angel Borlenghi, cuando la clase obrera era su principal soporte. En cambio Eduardo Duhalde llevó al ministerio bonaerense de Asuntos Agrarios al presidente de Carbap Eduardo Althabe e hizo diputado nacional al dirigente de la Unión Industrial de Buenos Aires, Osvaldo Rial. El cordobés José Manuel De la Sota incorporó a sus listas de candidatos al Congreso Nacional al superempresario sojero Roberto Urquía. Siguiendo esa huella llegó a una banca en las listas de Domingo Cavallo el ex presidente de la Sociedad Rural Guillermo Alchouron. Hubo también algunos casos particulares: el pequeño empresario Alberto Pierri canjeó un lugar en la lista de diputados que acompañaron a Antonio Cafiero por el papel para las boletas y los carteles. Resultó electo y desde su banca se convirtió en un magnate de los medios de comunicación. El mismo camino, de la política a los negocios, recorrió su compañero en aquel bloque José Luis Manzano, quien nunca perdió las esperanzas de volver a los cargos públicos que perdió por jactarse ante demasiados testigos de lo que muchos hacen en silencio. Julio Amoedo entró al Senado junto con Vicente Saadi en la boleta justicialista de Catamarca, pero lo llamaban senador por Olavarría, porque allí tenía sede la empresa cementera que fue de su suegra, Amalia de Fortabat, quien hoy protege al ex broker de JP Morgan, Alfonso de Prat Gay.



Davy Crockett



Pero nunca se asistió a un experimento orgánico como el que puso en marcha Maurizio Macri y que hoy el ex senador Duhalde procura extender a la provincia de Buenos Aires, con Francisco De Narváez, Felipe Solá y el ganadero Jorge Srodek. La dirigencia agropecuaria se lanza en forma abierta al abordaje del Estado al que primero sitió desde sus órganos gremiales. Macri es el epifenómeno argentino de esta privatización del Estado cuyo paradigma es el jefe de gobierno de Italia, Silvio Berlusconi. De Narváez también procura trocar la fortuna heredada en poder político. Quienes lo conocieron en las oficinas de Casa Tía en la avenida Santa Fe recuerdan sus extravagancias: para desconcertar a sus visitantes solía recibirlos disfrazado, con un gorro de pieles de Davy Crockett, con música de rock a todo volumen y representando una pelea con una secretaria bella y altísima, también cubierta por un gorro de pieles, a la que fingía maltratar para incomodidad de sus interlocutores. Contratista de la Sociedad Rural en la explotación del predio malhabido de Palermo, por el que sigue abierta una causa judicial, accionista del canal América de televisión junto con Manzano pese a que la legislación vigente prohíbe a un diputado esas actividades, con otros negocios menos visibles que de conocerse cambiarían el eje de la campaña, De Narváez se beneficia con la timidez de un gobierno que, como el de Alfonsín, ladra más de lo que muerde. Su asistente principal en la tarea de reclutamiento de empresarios rurales es el vicepresidente de la poderosa Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, Carbap, Jorge Srodek, un ganadero con miles de hectáreas en Coronel Dorrego pero residente en Vicente López. Si el peronismo llegó a incorporar un tercio de sindicalistas obreros en sus boletas, Srodek acordó con De Narváez y Duhalde que un cuarto de los candidatos provengan de las organizaciones patronales. Esta injerencia del duhaldismo provoca escozor a Macri.



El bloque agrario



La constitución de un bloque agrario procura redimir en la contienda electoral las posiciones a las que ya no puede aspirar por medio del golpe de Estado. Como De Narváez y Solá, también Srodek tiene una relación especial con Eduardo Duhalde, el padrino de esta movida. Divorciado, padre de seis hijos, Srodek salió con una amiga del matrimonio Duhalde y participó de su intimidad familiar. En la última Expoagro, Srodek fue el lazarillo que guió a la senadora Hilda González de Duhalde. Los Duhalde fueron quienes lo vincularon con De Narváez. La relación creció cuando descubrieron que los abuelos de Srodek y De Narváez habían llegado juntos a la Argentina. Carlos Steuer huyó de Praga, donde había iniciado su cadena de tiendas baratas, en 1939. Llegó a la Argentina luego de una escala en Bogotá. Allí se casó su hija Doris con el cafetalero Juan De Narváez y nació su nieto Francisco. Srodek, quien comenzó a militar en 2002, se define como un hijo de las cacerolas y el “que se vayan todos”. Su hermano Edgardo Srodek fue el principal colaborador de Ricardo López Murphy en Recrear. Decepcionado de la política, hoy vive en Punta del Este. En 2007, Jorge Srodek propuso que los toros campeones desfilaran en la muestra de la Sociedad Rural con crespones de luto. La iniciativa no fue aceptada y Srodek instaló en una tribuna carteles con críticas al gobierno que anticipaban el conflicto posterior. Ese mismo año Duhalde, De Narváez y Macri lo incorporaron como candidato a senador por la sección electoral 6ª, donde obtuvo 7,8 por ciento de los votos, la mitad que De Narváez y Jorge Macri en el total de la provincia. Fue el principal impulsor de la idea de que las entidades patronales presentaran candidatos en distintas listas y que una vez electos se reunieran en el Congreso. No es una mera concepción teórica. Además, Srodek se dedicó a poner en contacto a otros empresarios de Carbap con los partidos radicales, la Coalición Cívica Libertadora y el Gen. Según el periodista Jorge Matheus, quien fue jefe de prensa de Solá en la Secretaría de Agricultura, durante la muestra agropecuaria de Trenque Lauquen, en noviembre de 2008, “el discurso de Srodek fue prepotente, irrespetuoso y desconsiderado para con las autoridades. Sonó a preanarquía, convocatoria al desorden, falta de consideración por las instituciones democráticas” matheusjorge.blogspot.com). Sarmiento escribió en El Censor el 9 de enero de 1886: “No quieren saber nada de derechos, de impuestos a la hacienda. Quieren que el gobierno, quieren que nosotros, que no tenemos una vaca, contribuyamos a duplicarles o triplicarles su fortuna a (...) todos los millonarios que pasan su vida mirando cómo paren las vacas. En ese estado está la cuestión, y como resulta que las Cámaras también están formadas por ganaderos, veremos mañana la canción de siempre: el payar de la guitarra a la sombra del ombú de la pampa y a la puerta del rancho de paja”. Aunque hoy la soja haya desplazado a la ganadería, el proyecto de una Argentina atendida por sus dueños es el más brutal salto hacia atrás que pueda imaginarse.

Horacio Verbitski/ Espacio Carta Abierta

sábado, 4 de abril de 2009

Frente progresista, nacional y popular y comunista


El nuevo actor
Ayer el Partido Comunista, con la presencia del secretario de la Capital Quique Guglielmotti, junto a un conjunto de fuerzas políticas porteñas, participó de la presentación de un documento titulado "Por la consolidación de una alternativa plural, progresista, nacional y popular en nuestra Ciudad de Buenos Aires".
Uno de los integrantes del frente, el dirigente del Partido Solidario, Carlos Heller, dijo que las 16 fuerzas participantes "tienen historias comunes y no aspiramos a que nadie abandone ni su historia ni su pertenencia sino que seamos capaces de construir una síntesis". "Creemos que tenemos algo para aportar a una sociedad que tiende a tener desconfianza respecto de la política y de los políticos, pero siempre alguien ocupa ese espacio y los mentores de la no política en realidad buscan conservar el espacio para ellos", agregó.
La presentación del frente, a cargo del senador del Frente para la Victoria (FPV), Daniel Filmus, y el titular del Partido Solidario, Carlos Heller, se realizó en la sede central del Partido Solidario, en el acto se leyó un documento que privilegia "la necesidad de construir un espacio común", donde sostienen que "es posible desarrollar una alternativa progresista", al sostener que hay "ineficiencia, improvisación y falta de atención por lo público" en la gestión del jefe de Gobierno Mauricio Macri.
Filmus y Heller, participantes de la segunda vuelta electoral de 2007, fueron los expositores y aclararon que se trataba del lanzamiento de ese espacio pero que no estaba cerrada la lista de adherentes.
"Hacemos un llamado a quienes quieren integrar el espacio común", lanzó Filmus, en tácita alusión al ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, quien mantiene conversaciones con el sector, según uno de los principales operadores del frente.
Entre los dirigentes que estuvieron presentes se encontraban María José Lubertino (Espacio Abierto); Tito Nenna (Espacio Articulación popular); Gabriel Fuks (Proyecto Popular); Oscar González (Unidad Socialista); Gustavo López (Partido de la Concertación) y Lía Méndez (Partido Humanista).
También, asistieron Alejandro Otero (Frente Grande); Carmelo Prudente (Partido Intransigente); Julio Godio (Iniciativa Socialista); Gerardo Codina (Corriente Martín Fierro); Juan Pablo Desaile (Frente Transversal Nacional y Popular); Pimpi Colombo y Matías Barroetaveña (Nueva Dirigencia); Juan Pablo Cusa (Movimiento Evita) y Nueva Democracia.
Además, participaron la presidenta del Banco Nación, Mercedes Marcó del Pont; el vicepresidente de esa entidad Roberto Felleti; el sociólogo Ricardo Rouvier; el subsecretario de Tecnología de Gestión Administrativa, Nicolás Trotta; el diputado nacional, Claudio Morgado y el titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Eduardo Hecker. Por otro lado, y aunque no estuvieron presentes se recibieron adhesiones a la propuesta de los legisladores porteños, Juan Cabandié y Sebastián Gramajo.
Antes de la lectura del documento -a cargo de Lía Méndez, del Partido Humanista- se hizo un minuto de silencio en homenaje al ex presidente Raúl Alfonsín, cuya figura fue destacada por Filmus y Lubertino como "un paladín" de la democracia.

La economista Marcó del Pont señaló que concurrió al lanzamiento en su carácter de miembro del Frente para la Victoria porteño, al igual que Trotta y otros funcionarios del Gobierno nacional.
Fuks consideró que el frente tiene que hablar con Pino Solanas y con el intendente de Morón, Martín Sabbatella y, por supuesto, con el Partido Justicialista.
"De otra manera, no se explicaría que el Frente para la Victoria, es decir, el kirchnerismo, esté encabezando el nucleamiento para ofrecer una alternativa al liberalismo de Macri", dijo otro dirigente en la presentación.
Filmus se encargó de subrayar que todavía "no es posible hablar de las candidaturas", porque aún hay otras fuerzas a integrarse al frente progresista, nacional y popular de la ciudad de Buenos Aires.

martes, 31 de marzo de 2009

Murió el primer presidente de la nueva era democrática.

Impulso el enjuiciamiento a la junta militar, condujo una profunda reforma en la UCR y de mano de un neo desarrollismo (poco exitoso) quiso llevar a cabo un gobierno reformista que expuso las limitaciones del sistema republicano. Acordó la ley de obediencia de vida y punto final, y dejo en evidencia la fragilidad de las instituciones, la cuales solo estaban (y están) sostenidas por las correlaciones de fuerzas que sostienen el Status Quo. Manejo el conflicto de La Tablada como Presidente de una república occidental capitalista, manteniendo los modales y las formas.
Dejo su gobierno 6 meses antes, y sufrió la primera ola masiva de saqueos de la nueva era democrática. Como ex-Presidente apoyo el pacto de Olivos, fue el principal responsable de contener al FREPASO dentro de la Alianza y tubo el primer reconocimiento en vida de un ex-Presidente gracias a Cristina Fernández de Kirchner.
Alfonsín nació el 12 de marzo de 1927- Tiene en sus haberes el haber impulsado políticamente el primer y único juicio a una dictadura militar en Latinoamérica y en el mundo por el mismo país y por medio de la justicia republicana.

La CTA convoca...


La CTA convocó a una jornada de paro y movilización el 22 de abril
El Plenario Nacional de delegados de la Central de los Trabajadores Argentinos anunció hoy la realización de una jornada de protesta "para que la crisis no la paguen los trabajadores".
La movilización abarcará todo el país, aseguraron voceros de la CTA, quienes señalaron que el encuentro fue convocado bajo la consigna "para que la crisis no la paguen los trabajadores".
La CTA reclamará un aumento salarial del 25 por ciento para los empleados públicos de todo el país y pedirá que se suspendan los despidos en la Administración Pública, entre otros reclamos.
El titular de Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Pablo Micheli, quien propuso la realización de la jornada, dijo que "la medida tiene que estar bien preparada porque no queremos que la misma sea solamente un saludo a la bandera".

La 5 CARTA....


EL famoso grupo de intelectuales nucleado en Carta Abierta, hizo hoy publica su 5 carta.
El 21 de marzo se trazaron las líneas generales de la carta en la Biblioteca Nacional, por lo que pudimos averiguar. La pusieron a discusión por 10 días, y hoy la hacen pública . Venía circulando por internet una versión no acabada de la misma, pero ahora ya está.

Ca.Ro.So.


El grupo Político Carta Abierta dice:

Recorre la Argentina la fanfarria de una restauración conservadora, expresión de una derecha vieja y nueva. Con arrebatos cambiantes, a veces con estridencia, muchas veces en la penumbra, nerviosamente se preparan. Van de reunión en reunión, en una coreografía que se hace y rehace bajo la bitácora de semanales gacetilleros del gran desquite. Ventrílocuos, pronostican el próximo viraje. El fin de la pesadilla. No llegan a ser aún la Santa Alianza. Pero a falta de un Metternich, pululan políticos de diversas historias y procedencias, estilos comunicacionales aparentemente objetivos y representantes de economías facciosas que apuestan a recrear un Estado sin capacidad de pensar el conjunto de la Nación, cuando es necesario transformarlo en el sentido contrario, sacudiéndose sus modos neoliberales y su debilidad institucional. Los restauradores exudan el deseo de recuperar los fastos de la Argentina del primer centenario, aquella en la que la mitología agroganadera representaba los fundamentos de la Nación. Sus narrativas del presente se inspiran en las injusticias y desigualdades del pasado.
Ellos realizan sus rápidos cálculos de reposición del viejo orden. Alegan pureza institucional, pero se han abstenido de hacer gala de ella cada vez que les tocó actuar en tareas de responsabilidad. Esgrimen que se han superado los límites tolerables en materia de seguridad, pero en vez de pensar los abismos sociales que sólo se remedian con políticas democráticas y con el desafío aún pendiente de una nueva distribución del ingreso, expanden un miedo difuso preparando futuras agencias y formas regresivas de control poblacional. Vigilar y castigar parecen ser sus recursos privilegiados, el núcleo primero y último de la brutal simplificación de la anomia que subyace a una sociedad desquiciada por la implantación, desde los años de la dictadura videlista, de un proyecto de país fundado en la exclusión, la marginalidad y la miseria creciente de aquellos mismos que acabarán convertidos en carne de prisión o de gatillo fácil.
Si es el caso, no vacilan en aceptar pigmentos de “izquierda” para presentar un proyecto que pertenece a las fantasías recónditas de una nueva derecha mundial. Desenfadados, anuncian que todo lo que harán no será contradictorio con la asunción de “la política de derechos humanos”. El neoconservadorismo argentino ha aprendido a no ser literal como sus ancestros. Puede ser también, si lo apuran, un “progresismo de derecha”, imbuido de los miles de fragmentos sueltos que vagan por los lenguajes políticos. Todo vale. Pueden tomar las premisas de una lengua que hace poco pertenecía a los movimientos sociales de transformación. O pueden sonreír por lo bajo, pues alguien sustituyéndolos reclamará magnas puniciones y pronunciará el supremo veredicto: “pena de muerte”. Será la forma sublimada de indicar el rumbo de la reingeniería de una “sociedad turbada”, una Argentina que reclamaría la pastoral de la seguridad, que en vez de considerarse un grave problema que debe convocar imaginativas soluciones económicas, democráticas, laborales y pedagógicas, es visto como una peste medieval que exige periódicos exorcismos de punitivas sacerdotisas y ávidos prelados.
Junto a la complicidad con quienes exigen un cadalso público como forma de una nueva razón disciplinadora, los mundos políticos de la restauración conservadora extienden bruscamente ante sí el descuartizado mapa de las ideologías argentinas. Unos buscando “patas peronistas”, otros “patas liberales” y otros “patas radicales” para lo que creen que son sus baches a ser rellenados con cuadrillas políticas nocturnas de urgencia. Confunden política con pavimentación. Se entrecruzan en el complaciente intercambio de figuritas sobre el vacío que se atribuyen a sí mismos. Comienzan por reconocerse carentes, vivir en el socavón de su propia escasez. No sorprende que la decadencia de las grandes ideas de cambio social haya traído aparejada la decadencia del lenguaje político. Las viejas corrientes políticas, que supieron ser corrientes de ideas, son ahora partes de un pensamiento rápido, aleatorio, que se arrastra por el piso como un mueble que desgastó sus soportes. La nueva derecha, forjada en los lenguajes massmediáticos, carece de escrúpulos a la hora de arrojar por la borda ideas y principios o de adherirse a los restos tumefactos de tradiciones antagónicas; lo único que le importa es conquistar, por la vía de la simplificación y el vaciamiento ideológico, a una ciudadanía apresada en las matrices heredadas de los ’90 menemistas. Pretenden organizar las filas del individualismo atemorizado pero si triunfan no gobernarán como estrategas de la concordia social sino como artífices de una implacable revancha represiva.
Los representantes de la restauración han memorizado así archisabidos preceptos, míseras cartillas para refundar el Orden Conservador, pero se sienten vivados por los abstractos públicos presentados como momentánea platea popular sustituta. Saben que actúan en medio de poblaciones estremecidas por los diversos planos de una crisis civilizatoria de la que dicen no tiene conclusión visible, pero la suelen ver como parte de un oscuro deseo de que esa crisis llegue pronto a la Argentina como “gran electora catastrófica”. La crisis mundial sería la prestidigitadora de una devastación. Desarticularía previsiones, refutaría políticas públicas y esparciría desempleo, inestabilidad o pánico. Y les daría votos. La conciencia invisible del conservador se mueve en todos los rubros de la lengua movilizadora, pues sabe que hay un público difuso extendido en todo el país que lo escucha y que proviene de muchos legados políticos destrozados. Se parte del anhelo de que la crisis venga ya. Que irrumpa por fin esa crisis mundial y derrote a los esfuerzos que se hacen por conjurarla, a veces buenos, otras improvisados sobre el vértigo que la crisis impone, no siempre efectivos.
En el inconsciente colectivo de la restauración se halla emplazado el pensamiento de que la “llegada visible de la crisis” equivaldría a una admonición mesiánica que se encargaría de derrotar a los frágiles gobiernos a martillazos del Dow Jones y drásticos patrullajes del Nasdaq. Ninguna conciencia parecen tener de que esas catástrofes en el centro del mundo se han llevado consigo los paradigmas sobre los que construyeron sus capitales políticointelectuales. Más que paradigmas, son sofismas que no cesan de repetir a despecho de las evidencias. Eluden dar cuenta de la gravedad mundial de la crisis para menoscabar las medidas que atenúan sus ondas expansivas más duras. No se atreven a reconocer que la demora y cierta “suavidad” relativa de la crisis en Argentina se vincula con las políticas gubernamentales de moderada desconexión de las lógicas financieras del capitalismo contemporáneo. Los restauradores repiten sus axiomas ya fallidos y no trepidan en solicitar el fin de la desconexión: volver al seno del FMI es ya una consigna de batalla.
Los líderes del “partido del orden”, mientras aguardan el auxilio de la crisis, no pueden atravesar ciertos dilemas de parroquia: ¿qué representación política dará finalmente el nuevo bloque agrario que trae la sorprendente fusión en las consignas de los agronegocios de los sectores que antaño se diferenciaban por distintos tipos de actividad agropecuaria? Una nueva soldadura material y simbólica ha ocurrido frente a las nuevas características tecnológicas y empresariales de la explotación de la tierra sobre el trasfondo de ganancias inesperadas. Se trata de un bloque “enlazado” que, bajo un débil manto de republicanismo, se propone la cruzada restauradora y para hacerlo declara vetustos los desvencijados partidos remanentes, exige una derechización social y pone en crisis también a las tradicionales representaciones del sector.
Los restauradores anuncian que están frente a una impostura histórica pero llaman impostura a novedades introducidas por un juego democrático que sin duda es desprolijo pero vital; anuncian que están frente a manifestaciones de locura y tilinguería, pero no se privan de reclutar en sus filas a toda clase de comediantes que postulan el regreso a una normalidad administrada desde antiguos retablos ajustistas. Anuncian también que están frente a un gobierno errático, peligrosamente estatista –si son liberales–, e insensible a lo social –si asumen aires ocasionales de izquierda–. La impostura de la que acusan al Gobierno atraviesa de lado a lado su lenguaje, en especial cuando recurren a antiguas y venerables simbologías populares en nombre de intereses antagónicos de esas tradiciones.
Este tema es necesario recorrerlo claramente. El Gobierno se halla en medio de una tormenta social y política –local e internacional– acerca de la cual, tanto como no se puede aceptar que la haya provocado en lo que tiene de incierta, tampoco es posible dejar de ver en sus medidas más atrevidas el origen de las hirientes esquirlas que recibe como respuesta y debe afrontar. Estas medidas ya se conocen, y van desde los primeros gestos en relación a fuertes reparaciones simbólicas que desataron nudos asfixiantes de la historia hasta el pasaje de las existencias de las AFJP al patrimonio público bajo administración estatal o el profundo y necesario proyecto de ley de medios audiovisuales, sin dejar en un segundo plano la recuperación de una perspectiva latinoamericana que abandonó el paradigma de las “relaciones carnales” para encontrarse con irredentas pertenencias histórico-culturales. Con sus diferencias y particularidades, los procesos boliviano, venezolano, brasileño, ecuatoriano, cubano, uruguayo, chileno, paraguayo, nicaragüense, salvadoreño, no nos dejan pensar que esta hora latinoamericana va a ceder su horizonte de realizaciones ante la agresión mancomunada de las nigromantes y los hechiceros del retroceso. Y sabemos que la difícil encrucijada económica y social no puede sortearse sin la composición de tramas políticas, económicas y culturales de alcance regional.
El ciclo abierto en el 2003, no sin titubeos, produjo una diferencia con las formas de gobernabilidad anteriores, diferencia surgida de la lectura de los acontecimientos de 2001, cuando el protagonismo popular sancionó el fin de aquellas formas. Diferencia que se percibe en sus intentos democratizadores (que van desde la modificación virtuosa de la Corte Suprema hasta la afirmación de una política de derechos humanos que retoma los reclamos de los grupos organizados por su defensa), en el tipo de encuentro que propició con los movimientos sociales (entrecruzamiento de diálogos y no de medidas represivas), en el planteo de núcleos centrales para una sociedad justa (desde la enunciación de una pendiente redistribución del ingreso hasta la extensión de los derechos jubilatorios y la reposición de la movilidad de los haberes), desde la innovación en políticas de defensa hasta la decisión de no rendir ante el altar de la crisis los sacrificios tradicionales del trabajo y del salario.
Se conocen también sus deficiencias. Existe un gran contraste entre acciones innovadoras en campos sensibles de la vida social y apoyaturas que arrastran estilos rígidos, no decididamente democráticos, de organización política. Nos referimos a una escasa renovación en los sostenes oficiales del Gobierno, cuando no a un chato horizonte de conveniencias sectoriales –encarnadas por lo general en porciones extensas del Partido Justicialista– y específicamente en el profundo error que se comete con alianzas como las de Catamarca, donde se marchó junto a la figura que gobernaba la provincia cuando sacudía al país el caso María Soledad y con las huestes de un confeso ladrón. También lo que implica la cercanía con Aldo Rico en San Miguel, para mencionar sólo los casos que más hieren. No sólo por lo que componen, también por la ausencia que revelan de otra construcción política capaz de efectuar una interpelación popular, convocar a los hombres y mujeres, a los trabajadores, a los desocupados, a los que estudian y los que crean, a apoyar y expandir una diferencia que efectivamente existe en ciertos actos y se opaca en la rutina de las antiguallas partidarias. No es casual que en las entretelas de estas alianzas de ocasión con personajes sin moral y sin conciencia, que han navegado los últimos veinte años de vida política, haya tomado cuerpo la “idea” de una “salida ordenada” del kirchnerismo, manejando figuras como el cáustico sojero Fórmula 1. Esa salida –engalanada con prefijo post– dejaría al pueblo como rehén. Se trata, en realidad, de la restauración conservadora con la misma soja al cuello pero con Hugo del Carril en la vitrola. El Gobierno se recuesta sobre una estructura partidaria que parece garantizarle un piso electoral imprescindible, sin transitar por sendas en las que se podría vislumbrar un horizonte distinto. Comprender la carencia no significa aceptar la solución como la única posible. Es, más bien, anticipar los costos a pagar.
Son temas que es necesario revisar. La dignidad de un proyecto social de cambios requiere que sus apoyos surjan convencidamente de llamados a las vertientes sociales, productivas y culturales que esperan participar en un movimiento que pueda gobernar en medio de desafíos fundamentales y vencerlos innovadoramente. Ese llamado aún no ha ocurrido aunque, como debe brotar de los pliegues críticos de la sociedad, es necesario encontrar en la sociedad civil el lenguaje y los argumentos para concretarlo. Un lenguaje sensible a una sociedad que se ha transformado y cuyas disidencias internas, sus polémicas públicas, no pueden ser explicadas sólo con la cartilla de las anteriores lecturas nacional-populares. El desafío es apropiarse de aquellas lecturas pero entramadas en una nueva y compleja realidad; de reencontrarse con los afluentes de una memoria de la justicia y la igualdad en el contexto de inéditos saltos al vacío del capitalismo actual. Es bajo esta perspectiva que reconocemos la trascendencia de lo abierto en mayo del 2003 y que no olvidamos las enormes dificultades que existían y que todavía persisten para construir un proyecto democrático y popular. Algunas izquierdas, como lo han hecho repetidamente, no atinan a dar cuenta de la singularidad de los acontecimientos. Es hora de entrelazar miradas, perspectivas, tradiciones y biografías diversas que comparten el ideal emancipatorio, intuyendo que la hora argentina reclama una fuerte toma de partido que sea capaz de enfrentar la restauración conservadora.
No queda mucho tiempo para ello. Pero reconocer las dificultades no implica bajar los brazos. Las consecuencias de un triunfo de la coalición conservadora pueden ser graves, pero este documento quiere ser de esperanza y de reagrupamiento en la lucha. Veamos: en la Ciudad de Buenos Aires está en curso una experiencia. La gobierna una derecha que con remozada gestualidad despliega destructivos ataques a las instituciones públicas de la ciudad, rastrilla las calles con anteojeras represivas y no desdeña ocasión de borrar aquello que otros pensamientos políticos habían inscripto en la vida estatal. Gobierna esa derecha por su capacidad de seducir a un electorado dispuesto al festejo de fórmulas abstractas que (ilusoriamente) resolverían problemas complejos. Pero el progresismo porteño aún merece una revisión crítica y el gobierno nacional el cuestionamiento de su escasa reflexión sobre la peculiar sensibilidad cultural y política de la ciudad. Cuando algo permanece intratado, cuando no se lo considera en su especificidad, es arrojado a un trato consignista, abstracto, reactivo. Campo fértil para las derechas, con sus maniqueísmos excluyentes. Por eso, se arriesga demasiado cuando se trata con categorías desdeñosas a una ciudadanía que puede ser complaciente y superficial, pero en ocasiones, además, díscola y crítica. También el riesgo es altísimo cuando se renuncia a considerar ciertos temas, como el de seguridad, por lo que arrastran de amenaza. Las grandes ciudades argentinas, escenarios y protagonistas de luchas emblemáticas de la historia nacional (desde las huelgas de la Semana Trágica o la Reforma Universitaria hasta el Cordobazo; desde el 17 de Octubre o la huelga del frigorífico Lisandro de la Torre hasta las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001), esas mismas ciudades han sido permeables al discurso neoliberal. Pero las ciudades anteriores persisten.
Tradiciones culturales y memorias comunitarias subyacen a la espera de una invocación política que las reavive y contenga. Nadie es dueño de la conciencia de los millones que viven, sueñan y despotrican en estas urbes. La crisis puede ser oportunidad de reabrir esa historia y para considerar los núcleos potentes de las luchas urbanas actuales: la confrontación contra la precarización del trabajo y el desempleo, el enfrentamiento contra las añejas pero actualizadas formas de opresión a las mujeres, para nombrar sólo algunas. No damos por perdida esa apuesta por arrebatar las ciudades de sus cautiverios mediáticos y sus temblores restauradores.
Cuestiones vitales como el modelo energético, el régimen de entidades financieras, el transporte ferroviario y fluvial, la explotación minera, requieren formas de desarrollo viables que no acepten fáciles composiciones con empresas transnacionales que no tienen hipótesis de preservación ambiental ni se componen con un modelo económico nacional autónomo. Es necesario actuar con criterios eficaces en torno a crear opciones económicas democráticas, donde un pragmatismo inmediatista no sustituya un proyecto más profundo de economía distributiva, proteccionismo democrático, urbanismo integrador e inclusivo y ordenamientos normativos que impidan la rapiña de recursos. Esto requeriría de instituciones estatales con capacidad de desplegar políticas públicas, con efectiva llegada a todo el territorio nacional. Pero sabemos que, si entre los méritos del ciclo abierto en el 2003 está el de resituar la importancia del Estado, también es claro que el realmente existente no está a la altura de esa relevancia.
Se han desplegado, sin embargo, considerables apoyos a los compromisos científicos sustantivos, expandiendo la investigación, los presupuestos a ella destinados e incentivando la innovación intelectual en la vida social productiva. En este mismo itinerario, queda pendiente la renovación de las fuentes de la reflexión crítica sobre estas materias, sin esquematismos ni fervores momentáneos que demoren el encuentro de los grandes núcleos de acción intelectual creativa en torno a la ciencia, el arte, el urbanismo, los medios de comunicación, el lenguaje, el diseño y las tecnologías. La creación del Ministerio de Cultura de la Nación, capaz de articularse con el de Ciencia y Tecnología, permitiría pensar la inteligencia y la creatividad sociales en conjunto, no como secciones estancas de acciones nómadas.
Por todo esto, llamamos a ejercer el derecho de crítica autónoma dentro de un gran campo de apoyo a los aspectos realizativos que ha encarnado el gobierno nacional. El momento lo reclama. No somos partisanos de una axiomática y binaria contradicción fundamental, aun cuando reconozcamos que las situaciones críticas conllevan, a nuestro pesar, un borramiento de matices. Debe haber distintas variantes y situaciones para los pensamientos críticos. Pero tampoco el Gobierno es ese manojo irreversible de contradicciones obtusas que a diario nos propone la vasta maquinaria mediática que lo envía al patíbulo en miles de minutos diarios de televisión, acudiendo a las doctrinas ubicuas del escándalo y el odio, en uno de los momentos más graves de irracionalismo asustadizo y de no tan encubiertos racismos que haya vivido la sociedad argentina contemporánea. Esa ofensiva de una derecha agromediática que no deja nada por tocar ni ensuciar, que corta rutas y agita conspiraciones, nos persuade de la decisiva importancia que adquiere no solamente la defensa de la legitimidad democrática sino, más hondo y grave, del decisivo entrelazamiento de un proyecto popular con el destino del Gobierno. Desatar el nudo que une ambas perspectivas constituye un error cuyo costo puede ser desmesuradamente elevado; imaginar que la caída de lo inaugurado en el 2003 puede ensanchar el horizonte popular y nacional es no sólo una gigantesca quimera sino una perturbadora irresponsabilidad histórica de los que todavía no comprenden el carácter y la dimensión del peligro restaurador.
La restauración tiene sus antenas y tentáculos preparados para aprovechar los deficientes reconocimientos mutuos que hemos tenido entre aquellos que en el pasado compartimos horas decisivas para constituir una fuerza popular transformadora desde distintas vertientes de la historia argentina. Llamamos entonces a que consideren favorablemente estas ideas, precisamente los compañeros de las izquierdas, de las corrientes nacional-populares, de los libertarismos, de los autonomismos y de los socialismos. Es imprescindible que sigan realizando observaciones críticas a las que siempre les otorgamos credibilidad, pero también les proponemos que las integren a un seno común aunque heterogéneo de opiniones situado ante la urgencia de oponerse a la restauración conservadora. Pero no menos imprescindible es que se constituya una gran fuerza autónoma que recorra las diversas experiencias de transformación social y las devuelva a la esfera pública de un modo movilizador, renovado y creíble. Allí radica una de las apuestas sin la que resulta casi inimaginable la profundización popular de un proyecto democrático que vino a renovar las lenguas políticas en un tiempo dominado por las clausuras y las desesperanzas.
Llamamos a actuar contra la restauración conservadora de un modo creativo, inhibiendo su diseminación con argumentos sutiles y masivos, que pongan en evidencia su auténtica impostura, su anacronismo y la amenaza que suponen a cualquier forma de redención social, defendiendo los aspectos progresivos de la actual situación y haciendo explícitas las reservas, a modo de un necesario reencaminamiento de las acciones políticas populares. Llamamos a no dejarnos sorprender por el clima de desprecio que crean los operadores de una crisis anunciada, que es el ensueño de las viejas fuerzas del Orden con pañuelito de seda al cuello, gozando ahora de la masividad mediática con que instalaron el partido del miedo. Llamamos a retirarnos de la quietud y a no quedar atados al comprensible malestar por los enredos que poseen muchos de los recorridos políticos de la hora. Porque la aparente claridad de los restauradores traerá al país los capítulos ya conocidos de la pasividad cívica, el descompromiso con el trabajo colectivo, la mediocridad política y el predominio de los círculos áulicos que operan en el servicialismo a los más oscuros poderes imperiales, cuyo resultado previsible es la multiplicación de la desigualdad, su marca más auténtica.
En estos meses, se desplegará una contienda electoral que tendrá mucho de plebiscito respecto de las políticas gubernamentales, que en algunos casos presentan deficiencias pero que configuran acciones reparatorias para una sociedad dañada. Las rutinas electorales –con sus desfiles de espantajos y sus diatribas mutuas– serían insufladas de otro entusiasmo si se las dota de un carácter programático. De un programa en el que la defensa de los derechos humanos, la consideración de la seguridad sin reduccionismos represivos, políticas de retención de las rentas extraordinarias, estrategias de apoyo a la producción, proyectos educativos que promuevan sujetos autónomos e inclusión social, políticas de salud enraizadas en las vastas necesidades populares, la profundización de la integración regional, la preservación ambiental (incluidos los glaciares) y el debido cumplimiento de las aún pocas leyes existentes que reconocen los derechos de los pueblos indígenas, no puedan ser expurgados ni menoscabados. Por otro lado, también se estará debatiendo una de las más radicales medidas de distribución cultural: una ley que impulsa la democratización del sistema de medios de comunicación. El proyecto, surgido de intercambios y consultas, estará recorriendo los vericuetos del debate en la sociedad civil antes de su trato parlamentario. No serán, no son, tiempos fáciles, portan una nitidez casi dolorosa y exigen renovadas pasiones. Muestran que no hay para el pueblo argentino “salida ordenada” contra la restauración conservadora. ¡Profundicemos los cambios! Ese es nuestro llamado.