miércoles, 1 de abril de 2009

Cuerpo, mente y mentira…


Si el concurso para premiar la mayor mentira publicitaria se hubiese hecho en nuestro país, ACTIMEL hubiese tenido dignos competidores. Pero digamos a su favor que éstos alimentos que se venden como saludables o aptos para mantener la figura, se deslizan con facilidad por las subjetividades degradadas de miles y miles de consumidores aliendados.La lista de basuras comestibles, que sectores intoxicados de bausra cultural, buscan en la góndolas es altísima. Quzás Nestlé, cuando décadas atrás lanzó la mentira de que la leche en polvo era superior a la materna, fue pionera en este camino. Pero la explosión de truchadas dietéticas solo es posible en una humanidad degradada.Desde acá reivindicamos el vino tinto, las aceitunas, la cebolla, el chori y ¿por qué no? un buen tabaco. ¿Tabaco? Los especialistas de la OMS no tuvieron respuesta para los longevos cubanos que toda su vida habian fumado habanos. No decimos los químicos de los cigarrillos, decimos tabaco.En suma, la vida sana es un vida buena, y el consumismo es lo opuesto a la vida buena.
Fe.Ro.So.

El Premio a la mentira publicitaria más insolente es un galardón que otorga Foodwatch, una asociación alemana sin ánimo de lucro que intenta defender los intereses y derechos de los consumidores alemanes, y denunciar algunas de las prácticas de la industria agroalimentaria. Foodwatch realiza análisis e investigaciones independientes sobre los alimentos, para determinar sus componentes. También denuncia las prácticas publicitarias engañosas. Como cuenta GastronomiayCia, el Premio a la mentira publicitaria más insolente (Goldener Windbeutel 2009) no es algo que las empresas puedan aplaudir, ya que se trata de una denuncia sobre sus prácticas. Pues bien, el premio ha sido otorgado este año a la multinacional de productos alimenticios Danone, por uno de sus productos estrella, el lácteo probiótico Actimel.Denuncia Foodwatch que la campaña de Actimel es un burdo engaño y pone el acento en el eslogan “Actimel activa tus defensas”. Alegan los expertos de Foodwatch que Actimel no protege frente a las enfermedades y aunque refuerza el sistema inmunológico, no lo hace tan eficazmente como lo puede hacer un yogur tradicional. Foodwatch argumenta que el precio del producto es hasta cuatro veces más caro que un yogur y además es mucho más azucarado. Finalmente concluye que la campaña saludable que gira en torno a Actimel es un puro cuento.El Premio a la mentira publicitaria más insolente se ha otorgado mediante votación popular vía internet, a través de la página de esta asociación. Actimel fue el producto galardonado por mayoría absoluta, de los 35.000 votantes, el 47% votó a este producto.Por supuesto, el Grupo Danone no ha aceptado el galardón y ha iniciado campañas informativas para contrarrestar lo declarado por Foodwatch, argumentando que esta asociación lo único que pretende es confundir a los consumidores. El Grupo Danone manifiesta que toda la información que facilita está respaldada científicamente, conducta y filosofía habitual de la empresa.El caso es que Actimel no es el único producto de la empresa en el que recae la denuncia de publicidad engañosa, las natillas, el yogur Activa de Danone (o el actual Compensa) y otros productos, forman un conjunto que pone en tela de juicio la honorabilidad y la filosofía a la que apela el grupo Danone.

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