miércoles, 1 de abril de 2009

El campo popular y el G-20…



Enorme expectativa en el mundo ha despertado la reunión que realizará mañana en Londres el Grupo de los 20, que nuclear a los representantes de las regiones más importantes y a los países de las economías poseedoras de las economías más poderosas del mundo. Por Isaac Rudnik.

La convocatoria tiene como objetivo acordar políticas que permitan mitigar las consecuencias de la crisis económica global que hoy ya llegó a todos los rincones del planeta y que lejos está de haber encontrado su piso. Nuestra región estará representada por la Argentina y Brasil.
Las informaciones previas que trascienden sobre las negociaciones entre las potencias imperialistas y que se cristalizarían en propuestas concretas, no son alentadoras para las necesidades de nuestros pueblos. Los debates centrales entre EEUU, la Unión Europea, Japón, y China, substancialmente giran alrededor de cómo se reparten los subsidios que van a proveer los Estados en el período inmediato. Y en esto hay una triple pulseada: 1) Quien los provee: EEUU llega con una exigencia de que la Unión Europea y Japón saquen a tal fin de las arcas de sus Bancos Centrales mayores recursos que los que han provisto hasta ahora. 2) A que regiones se dirigen prioritariamente: EEUU exige que sean destinados fundamentalmente a sostener el consumo de su mercado interno (que en los últimos años absorbió una gran porción de la oferta mundial) y al de los mercados de las potencias centrales. La Unión Europea tiene una necesidad impostergable de sostener el frágil proceso económico de Europa del Este, so pena de ver a sus grandes bancos arrastrados a una crisis irreparable, con lo quedarían definitivamente sepultados sus proyectos de convertirse en una actos de primer orden terciando con EEUU y los países asiáticos. 3) Que sectores de la economía reciben la mayor parte de estos subsidios estatales. EEUU e Inglaterra bregan por volcar una parte substancial de ellos sobre el sector financiero, buscando preservar de los mayores costos a los monopolios que hacen sus negocios allí. Las exigencias de mayores “regulaciones” de europeos y japoneses, buscan un reparto más “equitativo”, con los monopolios de las ramas industriales. China tiene como prioridad buscar que se sostenga o disminuya en la menor medida posible la demanda en aquellas regiones que consumen la mayor parte de sus exportaciones. En esta perspectiva su primera prioridad es el mercado norteamericano, por lo que seguramente mantendrá la política de financiar el déficit norteamericano mediante la compra de bonos del tesoro. En esta intrincada trama de intereses que confluyen y se contraponen, que lugar ocupan las necesidades de nuestra región y de nuestros pueblos. Aquí las prioridades siguen siendo la lucha contra la pobreza, y sus consecuencias mas degradantes, el hambre, el analfabetismo, la mortalidad infantil, el derecho a los servicios básicos para una vida digna. Todas lacras que van en camino de agravarse por las consecuencias de una crisis que ya sentimos, en despidos, reducción salarial, presiones crecientes para que se produscan reducciones en las partidas presupuestarias destinadas a la salud, la educación y los gastos sociales dirigidos a los más pobres, y se eleven los subsidiois a las grandes empresas bajo la presión de mas despidos. Los intentos de fortalecer el papel del FMI destinando “fondos para los países emergentes” sin democratizar sus órganos de decisión (llevándolos al sistema de, un país-un voto por ejemplo), no es mas que una nueva vuelta de tuerca sobre los finanzas de nuestros países con el objetivo de garantizar nuevos y mayores envíos de remesas hacia los países centrales, lo cual no es ninguna ayuda sino todo lo contrario.
Las propuestas de la región al G-20 deberían contener por lo menos cuatro puntos indispensables de ejecución inmediata mientras se siguen debatiendo los verdaderos contenidos de la “nueva arquitectura del sistema económico global”.
· 1. Suspensión inmediata por un año de los pagos que por diversos órdenes deben realizar los estados de nuestros países tanto a los Organismos Multilaterales (FMI, BM, BID, etc), como a los tenedores privados de bonos de la deuda pública
· 2. Suspensión inmediata por el mismo período de las remesas de ganancias de las empresas multinacionales hacia sus casas centrales, fortaleciendo políticas de reinversión de utilidades en nuestros territorios.
· 3. Modificación de las normas de libre comercio impuestas por la OMC, que permitan proteger las economías nacionales de la previsible avalancha de productos a precios deflacionados por la baja del consumo global.
· 4. Rebaja de aranceles en los países centrales para la importaciones de los productos primarios que son parte substancial de nuestras exportaciones, principalmente de los alimentos.
Nuestros gobiernos deben rechazar de plano, créditos de los organismos multilaterales atados a revisiones o controles de las políticas económicas, e impuestos con tasas usurarias que hipotecan nuestro presente y el futuro de los pueblos. En un momento dominado por los monopolios mediáticos que ponen sobre el escenario internacional el debate de agendas que no son las que responden a nuestros intereses, debemos hacer un esfuerzo por instalar reclamos que apunten a resolver las necesidades de nuestros pueblos.

Isaac Rudnik / militante del movimiento Libres del Sur.

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