martes, 31 de marzo de 2009

Con Kirchner o a pesar de Kirchner

Es un concepto interesante, novedoso al menos. Sostiene que hay que salir a pelear el proceso abierto en el 2003, ese proceso no es el Kirchnerista como sostienen muchos, si no el de la fe y la esperanza en la política. Y la política es un arma popular, por eso nos limitaron históricamente de la misma, con restricciones o directamente con dictaduras.
¿Por si alguno se pregunta quién nos limito? Los poderosos, las caras visibles e invisibles del capital, sus administradores, defensores e ideólogos, quienes decidieron cuando sí y cuando no la política puso en riesgo al capital, o por lo menos cuando puso en riesgo a sus administradores de turno.

Ca.Ro.So.



Que cada día son mas escuchados los políticos, comentaristas o dirigentes sociales, que critican políticas específicas, como la energética y la de recursos naturales en general, la política impositiva, la gestión de la obra pública y la generación de una nueva “patria contratista”, etc y muy especialmente la restauración, ahora sin beneficio de inventario y al montón, de las viejas estructuras del PJ , la burocracia sindical envilecida y en algunos casos, cuando es posible ,lo peor del radicalismo o los movimientos provinciales de la derecha.
Podríamos decir que esta vertiente del pensamiento y la acción política que se desarrolla a ojos vista, se podría dividir(de manera bastante arbitraria) en dos posiciones centrales: una que actúa como una tradicional oposición por izquierda con frases y caracterizaciones lapidarias y definitivas, aproximándose por momentos a quienes consideran que lo mejor que le podría pasar a éste país es que una crisis política suficientemente fuerte hiciese colapsar al gobierno de Cristina y que esto abriera una oportunidad de masas para acercarse al poder. Es difícil encontrar entre los compañeros serios y responsables que integran el desarticulado campo nacional, popular, transfomador y de izquierda, quien asuma plenamente estar en esa posición, pero sin ir mas lejos, en medio de la crisis con los ruralistas , ésta idea sacó la cabeza y fue fuente de errores políticos importantes.
La otra posición , que también tuvo su expresión mas visible en la mencionada crisis y que tal vez logre constituirse en las proximas elecciones como una opción, no pone de ninguna manera un signo igual entre el actual gobierno y liderazgo político y los que impulsaron el neoliberalismo, y rechaza las propuestas y personajes de la derecha que lo único que busca es tirar para atrás todo lo logrado en éstos años. Es una posición que trata de ubicarse en una posición autónoma y de pronunciarse y actuar en respaldo de medidas que favorezcan al país y sus sectores populares así como criticar de manera fundamentada las insuficiencias y los límites que el propio Kirchnerismo se pone y sobre todo la falta de convocatoria al pueblo a renovar la política y generar una correlación de fuerza que permita avanzar sobre la tremenda desigualdad social . Tiene claro que un debilitamiento extremo o un colapso del gobierno solo favorecería a la derecha que iría con toda fuerza , como lo demuestra la historia, por la revancha social y política.
Se podría agregar una tercera mirada: la de aquellos que reconocen en privado la crisis del consenso por izquierda pero llaman a no actuar sino en respaldo de la politica oficial . Los que abrevan en este enfoque toman cada vez menos iniciativas propias y diferenciadas y actúan dentro del oficialismo sin ninguna posibilidad de autonomía ni poder de decisión.
Creo que el enfoque descripto en segundo lugar, al que adscribo, no solo que es el mas adecuado para la defensa de nuestras ideas y la actuación en la política, sino que puede ser un aporte valioso para el propio accionar común presente y futuro del campo en que nos reconocemos, evitando rencillas y antinomias absolutas entre nosotros en un momento crítico para las expectativas populares abiertas en diciembre del 2003.
Hay sin duda un debilitamiento del gobierno que lleva consigo una distancia cada vez mayor entre el tono y tinte del discurso y su verificación en los hechos. En todas las medidas que se toman aparece con una transparencia inocultable el cambio regresivo de la correlacion de fuerzas que dejó el conflicto con los ruralistas que tuvo la capacidad de juntar en el imaginario social todo lo negativo (reál o supuesto) de la gestión y la política del kirchnerismo. Desde el descontento frente a los efectos de la inflación hasta los prejuicios amplificados por los medios acerca de la personalidad y estilo presidenciales.
Pero un hecho profundamente negativo que mostró el conflicto y la derrota sufrida y que no siempre es tenido en cuenta, es que el clima social de rechazo a las propuestas del gobierno aceptaba la consigna central de la mesa de enlace y los medios de la derecha que rezaba mas o menos así :”Es un conflicto entre el trabajo y la política”.
Se dice que fue un momento de diseño y construcción de una nueva derecha en el país , aceptando eso debemos reparar el lo vigentes que están en nuestra sociedad, bajo la débil epidermis ideológica recuperada en éstos años de discurso transformador , las viejas ideas y recursos políticos centrales de la tradicional derecha local y mundial. Uno de ellos es la antipolítica, el “cualunquismo” mas desenfrenado .Un verdadero pilar de la ola neoliberal que sufrimos durante 30 años ( y de muchas otras anteriores) , y que pareciera que no fue tan erosionada por la crisis como los paradigmas económicos y sociales que llevaron a la ruina del país y ahora al desastre universal con eje en Wall Street. Los sucesos del 2001 pusieron en crisis como nunca la representación de la estructura política, pero no solo no generaron prácticamente alternativas, sino que en su contenido reál ,la famosa consigna “Que se vayan todos “,era mas una consigna contra la política que contra el neoliberalismo.
El masivo apoyo posterior que tuvo Kirchner fue administrado y alimentado por él en un sentido paternalista y delegativo. Debemos agregar que la practica del Kirchnerismo de limitarse al aparato del estado y el atril presidencial como casi la única forma de relacionarse con la sociedad no contribuyó en nada a atraer a la política activa a su base de apoyo. Con esas herramientas mas las encuesta y los votos no hay forma de reconstruir el movimiento nacional. Y hoy a seis años de camino , Kirchner debe cortejar a los Reutteman, Schiaretti , Saddi y comparsa , que lo desprecian ostensiblemente.
Se apeló a discursos y medidas de gobierno que contribuyeron a la restauración de muchos enfoques tradicionales del movimiento popular transformador y eso “fundó” al gobierno de Néstor Kirchner ,eso regeneró expectativas en una política de cambios de paradigmas en el país, cosa muy difícil de lograr y por lo tanto altamente meritoria.
Por eso, ese consenso que no se agotaba en la mejoría económica (auque reconocía allí su principal base), generó un terreno apto para realizar lo que es condición insoslayable para consolidar un nuevo esquema político e ideológico que cambie de mano la hegemonía: una practica social acorde con el discurso, que lo consolide y desarrolle, que reconcilie a las grandes mayorías con la política. Y eso no se impulsó desde el gobierno , al contrario, se trató de evitar , porque empujar una práctica de masas en una sociedad compleja y con historia politica densa como es la argentina, lleva inevitablemente a niveles de autonomía y desorden político que no está para nada en los planes del liderazgo kirchnerista. Podríamos decir usando un tono folklórico:” Se despertó al indio” y después… se lo anestesió marginándolo del necesario protagonismo. Por eso en el análisis sobre lo que significan éstos años de Kirchnerismo y en que aportan o limitan la política y los intereses del campo del pueblo hay que tener muy en claro y seguir con atención el viejo tema de cómo evoluciona el factor subjetivo, la conciencia, organización y voluntad de los luchadores y las grandes mayorías.
Desde esa visión no me parecen correctos los análisis que se limitan a evaluar al gobierno solo en términos de realizaciones “concretas”(que pasa con los pobres, con los recursos naturales, con los derechos humanos o con la política exterior, etc). Quiero aclarar que no subestimo para nada la importancia de tales análisis y juicios de valor. Lo que creo es que el ciclo abierto el 25 de mayo del 2003, donde el gobierno es por lejos el principal protagonista , es un período político que además de realizaciones mas o menos positivas, contiene un dato no menor y central para el presente y el futuro: Una renovación de la expectativa de millones en cambios hacia adelante. Por eso ,cuando se evalúa si el kirchnerismo ya dio todo lo que podía dar o no , hay que mirar que implicancia puede tener la respuesta que demos para las expectativas populares en el cambio.
Toda subestimación a lo que éste gobierno ha hecho a contrapelo del sofocante clima reaccionario que ahogó al país durante tanto tiempo , solo favorece a la derecha, que lo ataca por sus políticas concretas y también , y en especial , por haber transgredido la paz ideologica que habían logrado a sangre y fuego. Nosotros no podemos reconocer de pasada esas realizaciones, tenemos que decir que las vamos a defender con uñas y dientes, con Kirchner o a pesar de Kirchner.
Hoy que vemos un gobierno jaqueado por todos lados y cometiendo errores y renuncios a cada paso , podemos caer en la tentación de hacer tabla rasa con tantas “sutilezas”, agarrar la brocha gorda y dejarnos llevar por la corriente, que sin duda es de descenso del apoyo al gobierno , desencanto en los que mas expectativas abrigaron y obviamente de refuerzo de la tendencia a la crítica al bulto y en detalle. Pasar a la oposición sería un error , en primer lugar porque sin duda la derecha quiere revertir todo e impedir nuevos avances, y en segundo lugar, y lo mas importante, porque contribuiríamos a que el el discurso del cambio naufrague y con él las tendencias sociales que podrían sustentar la construcción de una nueva fuerza política que sostenga las banderas con apoyo popular.
Decir que ya no se puede esperar nada de éste gobierno tiene una sola consecuencia posible mas tarde o mas temprano: descalificarlo en toda la línea, actuar como una oposición por izquierda clásica.. A éste gobierno se le debe reconocer los méritos acumulados, criticarlo por los límites y defecciones y exigirle coherencia entre el discurso y el “aire de familia” transformador que trasunta y su conducta concreta.
El hecho de que muchos tengamos que irnos del Frente para la Victoria, otros aclarar que nunca estuvieron en el dispositivo oficial , algunos incluso retirarse de cargos publicos que ejercían, y todos tratar de armar listas propias para octubre , no significa que debamos sentirnos ajenos al ciclo esperanzado y repolitizador que se abrió en el 2003 y que hay que tratar de preservar. Y en ese fenómeno, hoy en riesgo, nos vamos a encontrar irremediablemente con un protagonista central que es el gobierno y el Kirchnerismo , y con él deberemos interactuar en un mismo campo pese a las cada vez mayores contradicciones.
Lo que de ninguna manera debemos hacer, en mi opinión ,es disimular las discrepancias y las opiniones. Por eso me parecen negativas las alusiones justificatorias a otros momentos históricos, a las opiniones del general Perón acerca de los ingredientes para hacer ladrillos , y otras tendientes a justificar el lamentable curso que está tomando la relacion de Kirchner con el PJ que pretende sostenerlo (cuando lo hace) como la soga sostiene al que está estrangulando.

Rodolfo Casals

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